Dentro del mundo del coleccionismo hay, como en todo, diferentes pautas a seguir para que un artículo sea de mayor o menor calidad, más allá del valor sentimental que cada uno le de a sus respectivos tesoros.
COLOR
Por ejemplo, muchos son los que afirman que el color con el que se consiga una firma es sumamente importante y determinante para su posterior valor objetivo. Esta teoría dice que los jugadores grandesliga deben firmar con bolígrafo azul, mientras que los no grandeliga han de firmar con bolígrafo negro.
Sin embargo, esta teoría no es de lo más extendida y muchos coleccionistas se dejan llevar por sus gustos, por el color de la barajita (para que la firma no se pierda con el fondo) o por la misma premura de conseguir el autógrafo sin poner demasiados "peros" antes de que el pelotero pase de largo.
EL BOLÍGRAFO
Una máxima que si está extendida dentro de los coleccionistas asiduos y formales es el hecho de firmar las pelotas de béisbol con bolígrafo y no con marcador (Sharpie). Muchos lo hacen por estética y otros por efectos prácticos de conservación, pero sea como sea lo cierto es que si vas a firmar una pelota lo recomendable es hacerlo con bolígrafo (CUIDADO. Antes de entregarlo al pelotero verifica que tu lapicero no sea de esos que "chorrean" tinta y que, por tanto, puede dañar tu pieza o no secar bien y, por tanto, diluirse por el roce).
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